España cuenta con una amplia variedad de platos típicos que son especialmente populares durante los meses de verano debido a su frescura y sabores refrescantes. Algunos de los platos típicos españoles de verano incluyen:
Gazpacho: Una sopa fría a base de tomate, pepino, pimiento, ajo, aceite de oliva, vinagre y pan, todo mezclado y servido bien frío.
Salmorejo: Similar al gazpacho, pero más espeso y cremoso. Se elabora con tomates maduros, pan, aceite de oliva, ajo y vinagre.
Ensalada de verano: Una combinación de ingredientes frescos como tomates, pepinos, pimientos, cebolla, aceitunas y aceite de oliva. Puede incluir también atún, huevo duro y queso.
Paella: Un plato de arroz tradicionalmente elaborado con mariscos y/o pollo, verduras, azafrán y especias. Es muy popular en las zonas costeras.
Pulpo a la gallega: Pulpo cocido y servido en rodajas con aceite de oliva, pimentón y sal gruesa. Es una especialidad de Galicia.
Pinchos y tapas: Una variedad de pequeñas porciones de comida que se sirven en bares y restaurantes. Pueden incluir tortillas, jamón serrano, calamares fritos, chipirones, entre otros.
Sangría: Una bebida refrescante hecha con vino tinto, frutas troceadas, azúcar, zumo de naranja y limón, y a veces con un toque de brandy.
Horchata: Una bebida refrescante elaborada a base de chufa (tigernut), agua y azúcar. Es especialmente popular en la región de Valencia.
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